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l milagro de Navidad...

08-11-2018

Artemiz Cardozo se define como una mamá consentidora. “Te lo puede decir mi hija Paula Sofía”, dice sonriente nuestra Dogoulover cuando recuerda el momento en el que su pequeña le hizo una carta a Santa Claus para que a su casa llegara un peludito.

Un 24 de diciembre el deseo de Paula Sofía se cumplió. “Nosotros como padres no estábamos muy convencidos de tener a un consentido en casa por no saber si tendríamos tiempo suficiente para cuidarlo. Pero nuestra hija hizo su carta a Santa con tanta fe que se le hizo realidad el sueño. Entre las cajas de regalo había una con un hermoso peludo blanco, ojos verdes y naricita rosada. Desde ese día nos flecho a todos”.

Paula Sofía lo bautizó como “Copito” porque es como la nieve. Ya tiene 3 años acompañando a esta familia que le ha brindado el amor y las atenciones necesarias para ser un campeón. “Nos despierta por las mañanas para que no perdamos tiempo. Le encanta el mar, mi hermana tiene una casa en la playa y casi todas las fechas especiales las celebramos allá. Copito llega y se desata, corre todo ese pueblo. Ya las personas de Boca de Aroa lo conocen”.

Nuestra Dogoulover define a Copito como un romántico, amoroso e inteligente peludito. “Podría ser un bohemio soñador. Paula siempre está jugando con él, lo abraza, lo besa y le da todo el amor que necesita. Le gusta acompañarnos siempre a donde vayamos. Los fines de semana es aún más feliz cuando lo sacamos al parque”.

Después de que Copito llegara a casa de Artemiz, su visión de muchas cosas cambió. “Los consentidos me gustaban, pero de lejitos. Ahora puedo hacerle cariño a cualquier peludito que vea y me intereso por ellos, por su bienestar. Así lo he aprendido gracias a mi hija. Copito es parte de nuestro hogar, de nuestra familia”.