Anécdotas peludas: Un amor a primera vista

Cachorros

>

Varios

>

primera vista...

29-05-2018

Liying Chan se siente madre de todos los peluditos que se le cruzan en su camino. Su sonrisa hace que los consentidos meneen la colita para recibir las caricias y cuidados de las manos de esta Dogoulover que en sus ratos libres se dedica a atenderlos.

De camino al trabajo o a su casa, cualquier peludo que se encuentre con Liying recibirá una buena dosis de amor. “Desde pequeña tengo una gran afinidad por todos las mascotas. Yo vivía en una casa grande en la que tuve hasta un caballo. A los ocho años conocí a mi primer consentido: Bonsai”, comenta sonriente la chica de familia asiática.

Debajo de un gran lazo de regalo estaba el Chow Chow que llegó a la vida de la pequeña Liying para moldear su personalidad como ser humano. “Mis padres trajeron a Bonsai una Navidad. Yo estaba muy emocionada. Cuidarlo desde niña me dio mucha disciplina. Era una bolita de algodón marrón que me regaló los mejores momentos de mi infancia”, comenta.

Su amor por los peludos creció tanto como Tanque, el segundo peludo que llegó a la vida de Liying cuando se casó y compró su propia casa. “Fue amor a primera vista. Lo vi en una cuenta de Instagram y me puse en contacto con la persona con la que vivía él, que buscaba a alguien responsable que lo cuidara”, dice nuestra Dogoulover.

El encuentro fue toda una hazaña. “Yo soy de Caracas y tenía que ir hasta la Guaira para buscar al peludo. El día que fuimos hasta el litoral, la ciudad estaba congestionada por todos lados. Mi esposo y yo tuvimos que irnos en dos mototaxis y luego en una camioneta”.

La cita era a las 7 de la mañana, pero Liying terminó llegando 12 horas después, pero no hubo problema.  “Fue amor a primera vista. Apenas abrieron la puerta de la casa Tanque saltó a mis brazos y yo no lo solté”.

Desde ese día nació un amor que se fortalece en las buenas, pero también en las no tan buenas. “A los 4 meses de nacido, Tanque sufrió de Parvovirosis, una enfermedad que puede ser muy peligrosa. Me tocó hospitalizarlo y sacrificar buena parte de mis ahorros. A mí no me importó, porque es un hijo para mí. Ahora que está curado, celebramos la vida juntos”.

Tanque es un Bulldog Inglés que deja una estela de amor en cada pisada. “Es muy inteligente y tierno. También es muy tremendo. Nos entendemos con la mirada cuando hace algo malo, como morder los muebles. No puedo estar brava con él porque con esa carita se le perdona todo”.

 

Compartir

también te puede interesar